Chile Manzano/Perón Fresco

Chile manzano: robustez aromática con corazón de fuego

Redondo, carnoso y brillante, el chile manzano es un ingrediente que no pasa desapercibido. Su sabor afrutado y su picor intenso lo convierten en una joya del altiplano mexicano, ideal para quienes buscan emociones fuertes en la cocina sin perder la riqueza aromática. Su textura crujiente y sus semillas negras lo hacen inconfundible.

Principales productores:
Este chile se cultiva principalmente en zonas de altitud media y alta como Hidalgo, Puebla, Veracruz, Chiapas y el Estado de México. Su producción se ve favorecida por climas frescos y húmedos, lo que permite cosechas de excelente calidad entre los meses de julio y noviembre.

Lo que lo hace especial:
El chile manzano tiene un picor elevado, comparable al de los habaneros, pero con un sabor más frutal y jugoso. Su pulpa gruesa y jugosa contiene grandes cantidades de vitamina C y compuestos antioxidantes. A diferencia de otros chiles, sus semillas son negras, lo que le da un sello distintivo visual y genético.

Ideas para usarlo:
Perfecto para preparar salsas crudas o tatemadas, escabeches o guarniciones para tacos y carnes asadas. También puede rellenarse con quesos frescos o guisos especiados, aprovechando su forma redonda y carnosa. En cocina contemporánea se ha utilizado incluso en conservas dulces-picantes o fermentos artesanales.

Dato gourmet:
En regiones como Veracruz o Puebla, el chile manzano se mezcla con jugo de cítricos, sal de grano y hierbas de olor para crear salsas frescas que acompañan pescados al vapor o a la parrilla. Esta combinación de frescura y picor ha sido adoptada en cocinas de autor como complemento ideal para platos marinos o ceviches de montaña.